Mi hija está muerta
¡qué desolación!
tuvo una reyerta
con su violador,
ella defendió con valor
su virginidad
y murió con honor
defendiendo su pundonor
y su castidad.
No pudo la maldad
profanar su cuerpo
y lo prefirió muerto
pero con honorabilidad…
Hoy lloro esta adversidad,
nada suple la ausencia
de mi ángel virginal
que entregó sus fuerzas
y murió contenta
sin dejarse violar.
Autor: Alejandro J. Díaz Valero
Derechos de Propiedad Reservados
Bajo el Número 0614-1214
Maracaibo, Venezuela
- Autor: Diaz Valero Alejandro José ( Offline)
- Publicado: 18 de junio de 2014 a las 08:42
- Categoría: Sociopolítico
- Lecturas: 24
- Usuarios favoritos de este poema: cecily olwood, santos castro checa, DELICADA ABRIL, LAYA MIR MAR
Comentarios3
¡Cuánta crueldad hay en el planeta!. Es muy cierto lo que dices pero muy duro de asimilar. Bea.
Es duro ele tema ale, pero es importyante tratalo, a veces muchos crimenes de este tipo quedan en la impunidad.
besos.
Cruda realidad y hay tanto cobarde, que aún sabiendo ocultan los hechos convirtiendose en unas lacras más de la sociedad...
Valoro tu valentía, buen amigo, hermano de letras y propósitos comunes.
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