[En el ayer presente de mañana...]

... he cerrado mis ojos por un instante
-no he recobrado esos recuerdos arrugados en el tacto de mis dedos ahogados en el mar-
tanto es el mar, tanto que tienta con las tentaciones de tantear mi oxigeno
dentro de una barriga de cristal/ te decía en silencio no escribas acuario en tu corazón
y me sonreías con la sangre en tus labios "He cometido el mismo error de mañana"

[Me duele el alma...]

...mis ojos navegan el mismo naufragio de ciertas dosis del miedo de amanecer
tocando el sol con mis manos/
no quemará, no habrá tiempo para ello-
se marchitarán las lágrimas en cenizas
he tenido tanto tiempo en mi retina el significado de los sueños

ayer te destruías las piernas, con tus salivas estremecías el pudor de un beso,
ayer cuando no hacía falta envenenar al tiempo
y se podía escoger de la carne un reloj
y tú con tu voz maldita escogiste el corazón

se nos cayeron los ojos -y no era de noche-
las sombras se tatuaron en nuestra piel machacada por los latigazos mentirosos
[Quise abrazarte pero, tu muerte me escribió frío en mi abrazo]
Aletargado contuve el llanto en mis huesos
el calcio degradó la médula de las extremidades mentales,
de esas que espantas con tus manos
cuando un artrópodo lumínico intenta robarte la esperanza*

masticando mis lamentos susurraba la desgracia de ver cómo te desteñías entre el color depresivo de la luna acribillándose con la oscuridad/ de esas noches cuando el luto no lo es todo, sino que, es inquietante sentir los proyectiles incendiar los cuervos que se quedan mudos en la garganta, gritarte todo ese racimo de flores marchitas en la horca de mis instintos fúnebres/

Es triste. Caíste del cielo como una señal del universo,
y en este mismo momento te has marchado,
y vuelves a caer, caíste de ese cielo desteñido por la pálida enfermedad del adiós
las cenizas fraguan los límites de la vida,
y vuelves a caer como los últimos vestigios de la lluvia



Cerrar mis ojos era la primera línea para escapar de mis miedos,
Abrirlos es el punto final
de lo que conozco como vida*