A ti te siento cada vez que con mis manos recorro mi cuerpo.
Las tuyas, son las que me guían hasta los rincones que te claman.
Es tu recuerdo el que va encendiendo mi alma como una llama,
juntos descubrimos los pliegues de la pasión sin tiempo.
Mis dedos son tus labios mordiendo los míos y humedeciéndolos.
Vergel en el que reposa toda la necesidad del sabor de tu boca.
Me llevas hasta las expectantes simas de mis hirvientes pechos,
te paseas con ternura, saboreando golosamente su néctar.
Deslizantes se arrastran hasta mi latente y erizado vientre,
presintiendo la caricia que alcanzará el éxtasis de mi locura.
Muslos que se alzan insinuantes esperando ser paseados,
cada poro que te invita a vivirlos con tacto aterciopelado.
Te acercas lentamente a naufragar en tu deseado océano,
Con olas que en movimiento te arrastran a su ardiente fondo.
El rumor del viento me trae tu voz mientras arribas.
a la salvación de tu cuerpo postrado ante mi templo.
Estás ausente y sin embargo percibo como me miras,
tus manos son mis manos cuando sin ti nos amamos
- Autor: Nerea Acosta ( Offline)
- Publicado: 20 de junio de 2014 a las 18:25
- Categoría: Amor
- Lecturas: 118
Comentarios3
Enternecedora experiencia.
Saludos fraternos
Me ha gustado mucho tu poema. Muy sensual y a la vez elegante. Un cordial saludo.
ternifeña guapa, eres de cerca de mi tierra
saluditos para ti
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