Le regalé alelies rojos
para adorno de su pelo
cuando quiso que la amara
la primera noche de enero.
Igual le ofrecí alelíes
cuando dijo que me fuera
y le obsequie mi bendición
porque esa es mi manera.
No me vio llorar y me fui solito
por los atajos de la noche
entre ladridos camorreros
y la luz de la última Luna
del mes de febrero.
Sus ojos estaban ausentes
y en su pupila estaba
todo el olvido
con su pensamiento
en la lejania.
Tuvo pena de mi pena
y vi en su tristeza espinas
pero también lágrimas
de dulces recuerdos
caer una a una
por sus mejillas
en la noche del adiós.
Me gustaban los alelíes
me dijo
pero ahora prefiero
la rosa y el jazmín
para mi pelo
y para mi santo de marfil.
Mientras el silencio
giraba redondo
en el calor del dia entero
y la noche también giraba
en una canción de desconsuelo.
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Autor:
juan maria (
Offline) - Publicado: 22 de junio de 2014 a las 01:50
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 43
- Usuarios favoritos de este poema: esthelarez, Beatriz Blanca
Offline)
Comentarios2
ah!!!
el dolor
la tristeza
la ausencia...
¿quién pudiera eliminar las despedidas...?
las penas huiría al planeta de desencantos...
.
Saludos, querido mío
😉
MUCHISIMAS GRACIAS MI QUERIDA Y ADORABLE BEBOTA...
MUY BUENA ONDA PARA VOS...
SOBERANA POR AMERICANA Y EN AMERICA COLOMBIANA...
TE CUENTO QUE TUVE UNA CHARLA PROLONGADA CON MI AMIGO JOSÉ PEKERMAN Y ESTÁ MUY ENTUSIASMADO CON LAS BELLAS COLOMBIANAS...
esperaré cada suceso...
para entonar las canciones
.
Abrazos
😉
Reitero escribes lindísimo, triste y nostálgico tu poema pero muy bello.
Sigue con tu musa amigo que lo haces hermoso.
Un saludo con buena onda para vos. 🙂
REITERO AMIGA BEATRIZ...UNA MUY BELLA MADURA, DULCE, DULCE...
MUY BUENA ONDA PARA VOS BEA
MUCHOS BESOS
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