Mensaje de texto al vecino cibernauta
No tengo tu whatsapp ni tu correo,
no tengo tu instagram, menos tu twitter,
no tengo tu buzón ni tu teléfono,
no me sé ni tu nombre todavía,
apenas sé mi clave para el banco,
apenas tengo apodo, piel, partido,
nací, te vi venir, vi un helicóptero
de flores supurando por mi herida,
mas tú ya respondías mil mensajes,
mil íconos yo vi en tus parietales,
un link al desamor, unas carpetas
que se llevaban los besos y tu olvido,
que a los de carne y hueso los asignan
directo a la función del reciclaje.
Y yo que sin wi fi ni manos libres
desplazo mi existencia por las calles,
compro limones, pago en efectivo,
sin touch prefiero darte mil abrazos,
no tuve suficiente banda ancha
para alcanzar tu velocidad de navegante,
no supe de crear un ciber mundo,
sólo quise ofrecerte mis luchas cotidianas,
no tuve más teclado que mis huesos
para buscar en ellos las palabras con que amarte
y un corredor de la ciudad vi ya sin flores
pues las cortaste para un fondo de escritorio.
Y yo te vi marcar me gusta a ciertas noches,
dejar un comentario a los que opinan,
mover el marcador de tus contactos,
vaciar la papelera ya citada,
no supe si eran ciertos esos guiños,
si alguien ya conocido te agregaba
o sólo eran virtuales habitantes
que quizá nunca salgan de su página de inicio,
puede que algunos, muertos ya, te insistan
en pedir amistad, como en las sombras el vacío.
No sé qué más decir, los caracteres
que me quedan son millones, pero pasa
que ni con el infinito yo te alcanzo
si en un mundo virtual te has escondido,
y al real ya no regresas ni si parto
ni si me quedo sólo a un click de eliminarte,
por eso cibernauta, ya me alejo,
no es un inicio de sesión lo que me espera,
no hay más bandeja de entrada que mis días,
no hay amor que copiar y pegar desde un archivo,
tan sólo un servidor en cuerpo y alma,
un usuario de días y de noches,
un hombre tan común y tan sin redes
que el tiempo ha de habitar, feliz y libre,
de ilimitada conexión será su risa
y su palabra más que un nuevo e book
o un titular en times new roman de tamaño doce.
La muerte me hallará, cierto y fecundo,
lo mismo que la vida, en que, en tu idioma,
ni el acceso a internet ha de salvarme
de la privacidad y condición de ser yo mismo.
http://fuerteyfeliz.bligoo.cl/
25 06 14
- Autor: Óscar Pérez (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 25 de junio de 2014 a las 07:45
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 72
- Usuarios favoritos de este poema: Darío Ernesto, Raúl Daniel
Comentarios1
Maravillosa fusion de lo estetico, lo virtual y lo tangible de lo literal y , el amor en esos codigos aun asi el hombre un adaptado animal pensante,sabiendo distinguir entre la vida postuma en lo virtual, a solo la real muerte que sin lo digital es la unica verdad de la ley divina, exelentes lineas desde la primera a la ultima, Oscar poeta bellisimos versos.
Agradezco tus palabras, Darío, me quedo en el mundo real y sus presencias, saludos y un abrazo fraterno.-
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