Mi razón de amarte

Te amo porque desde nuestro inicio fuiste mi proyecto de vida,

y entre idas y vueltas, las cosas del amor y de la vida, has sabido amarme cada día.

 

Te amo porque a pesar de mis errores, aún así estuviste a mi lado,

haciendo de tripas corazón para darme la razón aún cuando no la tenía.

 

Te amo a pesar de quizás errar también desde ahora el camino,

porque con palabras muy sentidas, por mas que no haya acuerdo,

 entiendo que ambos proponemos algo mejor.

 

Te amo porque en mi pensamiento aún siento que vamos juntos,

en todo aquello que decimos y en lo que podamos callar.

 

Te amo porque al amar, siempre advierto que en tu alegría o en tu enojo,

al mirarte a los ojos, veo en ellos que en ti yo puedo confiar.

 

Te amo porque siempre fuiste mi único motivo de alegría;

por lo que me has dado y por ser mi compañía en cada despertar.

…Y cuando voy a trabajar o al final del día,

eres tú con quien yo siempre deseo volver a estar.

...y aún en las esperas que la vida nos fuerza a dar,

nunca veo la hora de volver a tu lado, donde me sé que mi corazón se puede refugiar.

 

Te amo cuando te sonríes, cuando lloras o suspiras,

cuando acaso no me miras y yo te miro y ansío sin piedad.

 

Te amo cuando estas presente y aún cuando no estás,

en el triunfo o en el fracaso, y cuando siento que en tus brazos ya no me falta nada mas.

 

Te amo y te amaré hasta que mi corazón se rompa en la distancia al callar,

… y confieso, que contigo he comenzado, y sé que aún estando distante,

en mi corazón y alma, estarás hasta el final.

 

Te amo con y sin contrato, porque siento mas mi compromiso de amarte aquí y mas allá;

por todo lo que hemos compartido y lo que de ti he recibido sin algo esperar.

 

 Te amo... y agradezco con mi alma el que hayas pasado por mi vida,

pues de ti vino mi valentía que me ayudó a cambiar.

….y en este tiempo de espera que nos sigue cambiando,

y aunque la vida nos termine juntando o finalmente distanciando;

con mucho orgullo de haber sido solo tuyo, y sin dudar que tú solo fuiste mía,

hoy no solo te miro; te veo y te siento

y juro por (DIOS) los cielos la tierra y toda mi eterna existencia;

que el amor que por ti siento, jamás perecerá.

Amilcar Cuenca.