Invocación

Theo Corona

 

El hombre tierno que te hablo de amores

Le dijiste una vez,  Eli, que volviera;

El no traía azahares, lirios ni flores

Trajo toda una dilatación de primavera

 

Volcó su inquietud de soledad viviente

En los finos transcriptores eluviales,

Brindado su amor de fríos invernales

En la calidez de tu piel, ¡oh! miel envolvente

 

Y allí entre los cipreses y los floridos  álamos

Divagó a ratos mi frenética alma toda,

Siendo fatigada en su aurora calma

Por los trovadores besos de tu bella flora

 

Era pues tal el imponente fuego

Que abraza ferviente mis adentros vivos,

Y en un mar de profundos respiros

Te entregué la vida perfumada en rosa

 

Hoy ciertamente la avidez  devora

Inclemente el pastizal oreado,

Y un fuego interno colmado de pecado

Te ofrece raudo mi amor, que en sí te implora

 

Dejo a tus pies mis pensamientos

Figuras reales que revisto en oro,

Porque en ellos va todo mi destino

Que recorre mis venas pudorosas

 

Y sobre las sombras y lozanas luces

Avivo la brasa que apagó tus ojos,

Dejando aquel en mí, tierno rescoldo;

Porque he de morir de dolor y miedo

Si nunca más me ven tus ojos.

 

Theo Corona

 

 

  • Autor: Theo Corona (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 25 de junio de 2014 a las 23:08
  • Categoría: Amor
  • Lecturas: 52
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Comentarios +

Comentarios1

  • Lincol

    Lindas letras plasmadas con sentimiento, ternura y amor.

    Un gusto leerte poeta.

    • Theo Corona

      Gracias Lincol por tus estimadas palabras.

      Saludos



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