Que falsos son los sueños

Reposando mi cabeza después de largas faenas,
Me fui en descanso profundo, por toda la noche entera;
Y comenzaron a fluir quizás por mi inconsciente,
Todas la ideas bellas que he guardado en mi mente.

Así pasearon los sueños que dormido nos acechan,
Al igual que uno despierto reinan en la cabeza;
Los vi pasar uno a uno, como tomados de mano,
Y ahora pienso somos tontos al creer en lo soñado.

Despierto siempre se sueña, en qué la vida traerá,
Y vemos pasar el tiempo y a veces no llega nada;
Y dormido ni se diga, ves cosas maravillosas,
Y cuando abres los ojos, ¿Dónde están? No ves ni sombra.

Yo he soñado con amor, sintiéndome ser muy amado,
Y he soñado con riquezas, dueño de buques, siendo muy adinerado;
Ni dormido, ni despierto, mis sueños me dan sorpresas,
Me dejan igual que siempre, sin amor y en la pobreza.

Que falsos son los sueños, ya no quiero que me acechen,
Que me dejen como estoy, sin llenarme de ilusiones;
Y así poder descansar reposando mi cabeza, sobre mí blanda almohada,
Para poder realizar una que otra faena, al llegar la madrugada.

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José Miguel (chemiguel) Pérez Amézquita