¡Oh, Sor Juana Inés de la Cruz!
La loca de la casa,
como llamaste a la mente,
anda suelta en la autopista de la vida,
en los quemantes caminos,
en mi letra trastocada en versos
que nadie lee, por insípidos,
por banales, por alocados.
Tú, exquisita religiosa,
que ruborizaste a la hipócrita sociedad de tu época
con versos sensuales, atrevidos, impertinentes,
no pudiste cortarle las alas
a la loca de la casa.
Y leíste los libros prohibidos.
Y escribiste versos prohibidos
(“Hombres necios que acusáis
a la mujer sin razón)
que han vencido, por gloriosos,
el paso fatal del tiempo.
¡Son jóvenes tus versos!
Son avanzados.
Son sublimes.
Son asexuales.
Son audaces.
¡Loca valiente de la casa
que liberaste para vencer
las sombras de la hipocresía religiosa,
de la hipocresía virreinal!
¿Hubieras podido, Sor Juana Inés dela Cruz,
escribir tus textos poéticos, catapultados a la eternidad
por irreverentes, por exactos, por universales,
sin la ayuda de la loca de la casa?
¡Oh, delicada loca de la casa, sensitiva,
cautivante, primorosa!
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Autor:
rodulfogonzalez (Seudónimo) (
Offline) - Publicado: 9 de julio de 2014 a las 08:32
- Categoría: Amor
- Lecturas: 65
- Usuarios favoritos de este poema: esthelarez
Offline)
Comentarios1
Oh! delicada causante del demencial amor sin límites, norte ni estribor, ven a sanar nuestros corazones de tanda soledad para que la compañía tuya eleve los cuerpos a la eternidad donde mora el alma suculenta de amor eterno...
Saludos, mi Eladio, querido amigo
😉
Buen día y gracias, amor. Un saludo desde mi bella Venezuela.
siempre me es grato, tener algo de mi amado amigo, a través de la poesía, el ensueño y la pasión.
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un abrazote desde mi corazón con una lluvia de besos fraternos
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