En tus manos mi sueño es el descanso,
pero en tu desolación,
agua profunda para mis espinas,
ardientes arenas que mi silencio orbitan,
ascuas de fuego que a la pasión alivia.
En mi cabeza todos estos pensamientos sueltos,
y en tu corazón uno que se busca simple,
pero que encabrita,
que se debate entre sentimientos por demás revueltos,
que se suelta y grita…
Para decir “si”, no basta una palabra,
sobra el tiempo,
basta una mirada.
Donde amanezcas,
la luna estará de tu lado,
escuchando lo primero que salga de tu boca.
No te ocultes al secreto,
la vida te descubre,
repleta de deseos como un árbol
cargado de dulces fantasías, de afrutadas cosas.
Las letras se diluyen en el cazo de la corazonada,
signan claves
y refrescan una música espaciada.
Se me devuelve la memoria
que hube empeñado a la esperanza,
por unos pocos recuerdos que traigan
al amor tu recorrido.
Hablan mis alcances,
y las palabras enjauladas rompen los alambres.
Bebo y bebo del desierto,
imágenes para recrear tu sed,
agua angustiosa de un día más por llover.
Me descubro solo,
sin saber qué decirte,
sin tener cómo tocarte.
En donde estés, se que estás pasando;
a donde vas, sin hallar lo que dejaste.
Tristes agrestes van y vienen,
alegres crespos que remontan olas.
Dual, ardua locura la de remar,
corazón en movimiento,
alas del viento, incoloras,
abiertas, pestañas que despeinan,
alegría redondona, supramar.
(Con agüita de poesía refrescaré uno de tus días)
- Autor: Isaac Amenemope ( Offline)
- Publicado: 11 de julio de 2014 a las 13:11
- Categoría: Amor
- Lecturas: 84
- Usuarios favoritos de este poema: Marellia
Comentarios2
Que hermosa expresión de amor, fundiendo los cuerpos en un solo ser.
Me hace feliz saber que estas muy bien
Hermosos y románticos versos.
Un abrazo
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