Pesados son esos parpados que hipnotizan,
siendo verdes los ojos que se muestran en la oscuridad,
camuflada ella por su oscuro pelo,
como el amor en el corazón,
es la esencia del querer de verdad,
con cada latido sentimos su cariño,
pidiendo dormir con migo,
y llorando cuando me alejo,
siento que tiembla el suelo con su tristeza,
Dulce aullido, dulce ladrido,
es lo que hace seguir mi camino,
caminado juntos con un dulce llamado,
es un cachorro quien esta a mi lado,
pidiéndome con su cara,
estar siempre en mis brazos.
- Autor: Nabetse Oterrab (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 15 de julio de 2014 a las 14:34
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 66
- Usuarios favoritos de este poema: el poeta del abismo
Comentarios2
Psicodélico poema a mi lectura
Muy fantástico ha sido leerlo
Saludos de amistad
Muy buen poema, muy dulce, donde se destaca otra vez, la soledad del poeta.
Abrazo
Guillermo
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