Para viajar
tengo esta vela,
inmensa como ala
–invisible-
para traspasar
los arreboles del adiós.
Vela intangible
–pincel de inmensidad-
para dibujarme como estela
en el lienzo de la tarde;
para fugarme chispeante y cerúleo,
meteoro que asciende en vez de caer.
Volveré instantáneo a ese sueño
de delante y detrás de la vida,
a esa visión con los ojos cerrados,
a ese mundo más dulce que tu nido.
Los arreboles del ocaso no esperan:
el pájaro del silencio cuelga ya
su paleta de colores
sobre el enigma de la tarde.
- Autor: Latino (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 2 de febrero de 2010 a las 15:49
- Comentario del autor sobre el poema: Si alguien pudiera ver el alma partir, creo que sería como ver un rayo que sube hacia el cielo.
- Categoría: Surrealista
- Lecturas: 79
- Usuarios favoritos de este poema: Poemas de Pepita Fernández
Comentarios2
Un viaje entre los colores del ocaso con ese corazón lleno de amor
PRECIOSO
un abrazo , amigo
Lindo poema amigo. saludos Fernando
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