Un vacío perenne,
Inhabitable dolor que llora flores y lunas.
Eternos lagos soñolientos y malheridos.
Hemos sucumbido, en tantos
desaciertos – qué sé yo- nos hemos rendido.
No encontramos refugio entre tantos suspiros...
Hemos muerto y sin haberlo vivido.
¿Por qué nos empeñamos en sufrir?
¡Inventémonos para siempre!
…Como inestables noches infinitas.
Mi condena es padecerte,
en sombras furtivas, y te observo en silencio.
Me detengo allí, reposo en tu regazo
y me echo a llorar.
- Autor: María Caín (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 17 de julio de 2014 a las 13:33
- Categoría: Amor
- Lecturas: 104
- Usuarios favoritos de este poema: el poeta del abismo, joaquin Méndez,
Comentarios2
Psicodélico poema a mi lectura
Un placer leerlo
Saludos de amistad
Cara bonita, que bello escribes, fuen un placer leerte.
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