Sentado en la hamaca, junto a la pipa del tiempo y evadiendo la sombra de la muerte,
tocando mi vieja guitarra de 3 cuerdas, canto alegre con mi voz ronca (pues he llorado y gemido durante los últimos 15 años el olvido).
Agradezco a Dios por la vida y la salud, por haberme permitido cabalgar hasta aquí,
por darme la oportunidad de enmendar en parte mis errores.
Hoy frente al verde campo, la brisa cálida y una pequeña fogata, me entrego al firmamento;
los recuerdos desfilan con el va y ven del sinfónico canto de los grillos y las chicharras,
mientras que las escenas de toda mi vida se queman como los leños secos consumidos por el fuego.
Mi corazón poco a poco se detiene, quizás las arenas de este viejo reloj (yo) se están agotando y poco a poco se dilatan mis pupilas.
Por fin, por fin descansare pues es difícil seguir viviendo en este rancho viejo sin poderme mover de mi vieja hamaca (que tienen innumerables remiendos al igual que las colchas que traigo puestas),
la soledad fue mi condena en vida, pues hace más de 15 años creyéndome un potro joven abandone mi familia, pasando por alto que soy un lisiado del tiempo.
Ahora estoy aquí, a la espera que se complete el frío beso de la muerte por que ya me dio muchas caricias en vida llamadas soledad... Adiós, adiós
- Autor: Lord VanVle ( Offline)
- Publicado: 18 de julio de 2014 a las 13:49
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 40
Comentarios2
Un gusto leerte amigo Iván
"mientras que las escenas de toda mi vida se queman como los leños secos consumidos por el fuego."
Me gustó demasiado esta frase..
y todo lo demás..
Un saludo fraterno..
R_D
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.