Conversación en un semáforo rojo.1988
El cruce de la calle St.Augustine, con San José Boulevard , doblándolo al sur me decía cotidianamente que estaba a solo unos minutos de casa. La paz, tras los apuros del Hospital Universitario. Mis hijos que crecían como flores en primavera con pétalos de sueños de adolescentes y su madre con la dulzura de su sonrisa y la belleza enmarcada en su pelo rubio.
Una tarde un amigo que vivía cerca y no disponía de coche, me pidió que lo llevara a casa, a lo que acepté con la indiferencia que entonces todo me producía .Sumido en el pasado, es difícil vivir el presente. Solo tus hijos importan. Reserva para ellos toda tu energía, me susurraba una triste voz interior.
Di un rodeo para evitar ese cruce.
¿Porqué sigues recto en University Boulevard?. Si haces una izquierda en St, Augustine ahorramos una milla o más.
No contesté ,pero observó que mis ojos se coloreaban y evitaban el río de lágrimas, como una presa, evita el desborde de la tormenta ,aguantando la presión.
Tras dejarlo en su casa y al llegar a mi puerta se desbordó , y me hacia imposible encajar la llave.
La culpa la tenía una breve conversación, a través de la ventanilla de dos coches justo en el semáforo, que permanecía rojo mientras el tráfico predominante fluía por el Boulevard principal.
Unos tres años antes, se me puso rojo en mi camino de regreso a casa. A mi derecha se detuvo un Volvo azul y me tocó el claxon. Giré la cabeza y Dora con su sonrisa de Valquiria me dijo:
Hola.
¿Cómo tan pronto?
Se canceló la última operación de columna.
¿Vas a casa?
Si, pero antes voy a comprar en la tienda del produce algo de fruta.
Ven pronto, antes de recoger a los enanos, que me muero por hacerte el amor.
Sonrió, me guiñó el ojo y dobló su cabeza , mientras la onda de sus rubios cabellos volvía a posarse en el volante.
Los cláxones de los coches de atrás empezaron a pitar.
Está verde, me dijo subiendo la ventanilla.
Arrancamos, Seguimos al sur en paralelo con miradas que se entrecortaban. Tiene el pelo de Anthony y la cara de Víctor. Le daba besitos con mis labios y ella reía.
Llegué a casa en un santiamén Me asaltaron Browny y Blacky. Los acaricié.,mientras ondeaban sus rabos con alegría. Cogí una flor del jardín, y saqué de la nevera una cerveza muy fría ,para que adornaran la mesilla de noche.
En unos veinte minutos que me parecieron eternos, oí la llave en la cerradura. Corrí a besarla, diciendo : Te quiero, no sabes cuanto deseaba abrazarte.
Quédate un poco en la cama. Yo voy a recoger a los niños, y luego hacemos la cena
Bien. Igual estoy en la piscina cuando lleguéis .Tengo mucho calor.
Efectivamente, al llegar, tras el saludo de los Beagles , y los besos que Víctor siempre les daba, ví en la piscina la sirena mas bella que ningún marinero puede soñar ,la Valquiria que jamás Wagner pudo imaginar ,refrescando su cuerpo tras el calor húmedo de Florida, que deja pegajosos los cuerpos que se aman.
Dos años más tarde, se bañaba en las piscinas azules celestiales, donde yo nunca pude llegar. Solo la veía en mis sueños reiterativos, pero nunca más pude amarla.
Luego nunca pude pasar ese cruce. Luego todo cambió. Nunca olvidaré muchas cosas, entre ellas , la conversación rápida y entrecortada en los segundos de ese semáforo rojo.
Para mi nunca se pondrá verde. Aunque sé que un día, no sé donde, pero pronto, vuelva a verla.
Luego nos mudamos. Luego la vida siguió, amarga, sin sentido, como un problema matemático, sin otra solución que el infinito, como un pastel de cumpleaños sin velas, como una carta misteriosa sin remite, como un niño sin pañales, como un preso sin sentencia, como un domingo sin sol, como un coche sin batería, como una boda sin amor. Como todo es desde que te fuiste. Una sala de espera sin reloj.
- Autor: Soplo (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 19 de julio de 2014 a las 08:24
- Comentario del autor sobre el poema: Tristeza nâo tem fim.Encontré esta canción de Vinicius con Ornella Vannoni en italiano y busqué mi antiguo escrito.No me resisti a publicarlo.Me da la tristeza de que acabara,y la inmensa alegria de que sucedió y duró muchos años.El puto cáncer.Desde algún sitio siempre me ha animado a seguir,mis hijos están bien, de algún modo lo sabe.Le digo a diario que son felices,y que ya es abuela.
- Categoría: Triste
- Lecturas: 1022
- Usuarios favoritos de este poema: Luzbelito, jarablanca, Gisela Guillén, Raúl Daniel
Comentarios6
No tengo palabras. Solamente puedo decir que me he tardado demasiado escribir estas por estar limpiando mis ojos ya que no puedo ver bien las teclas. Abrazos doctor.
Tu comentario es enternecedor y tan sincero que pone los vellos de punta.Gracias,gracia mil José.Me pasé por tu portal y comenté.
Un saludo grande y muy afectuoso
Me ha encantado leer tu relato, es una preciosa historia de amor pero tienes el consuelo de saber lo que es el amor verdadero y el haberlo disfrutado lenamente. Un placer leerte y ya sabes ...¡la vida sigue!.
Sí,la vida sigue, y hay que sacarle todo lo que de dulce tenga su zumo.Ya sabes que a veces no tienes ni fuerza para apretar la naranja en el exprimidor.El tiempo es la única receta para cicatrizar.Tengo varias,como cualquier humano, y claro están ahí.
Me alegro que te gustara y tocara tu fibra sensible,que creo es muy grande y generosa.
He seguido tu historia en poemas y relatos; solo puedo decirte que a pesar de la tristeza en este, es hermosamente bello, siempre le dejas llegar el mensaje que de seguro ella recibe, de tu sincero y lindo amor, y de sus adorados hijos y nietos.
Que tengas un lindo fin de semana
Un abrazo Johnny
Gracias Gisela.Espero que sea a sí y sea feliz.Aquí abajo seguimos luchando por ella.Mis hijos desde hace años me felicitan el dia del padre y el de la madre.Casi siempre comienzan con : For Mom.Sent to Dad given her unknown address) y continuan, Son fabulosos.También tu, Gisela.
Un fuerte abrazo.
Johnny
He leído tu relato al poco de escribirlo, y hasta ahora no he podido comentarte nada. Primero porque no podía terminar de leerlo, después, porque no sabia que decirte. Me parece un relato maravilloso, lleno de amor y de ternura, y en su parte final lleno de dolor e impotencia ante lo irremediable. Y ante esto yo no sé que decirte. He visto que el relato es de hace tiempo, pero si a mí su lectura me ha llenado de tristeza, imagino lo que te ha producido a ti al publicarlo.
Te mando un abrazo fuerte.
Me has dicho mucho y no sabes como lo valoro.Ha cicatrizado,pero los recuerdos están ahi,y el otro dia encontré en YouTube launa canción del brasileño Vinicius de Moraes,que se llama Semáforo rojo,y lo recirdé todo.Está alli ese recuerdo de ella aunque la conversación cantada (en italiano sin subtítulos) es distinta,pero dió en el gatillo que dispara los recuerdos,y yo lo había escrito en 1989.
Gracias por ser tan especial.
Ha sido un placer infinito pasar por tus letras al parcer estamos de remembranzas.
Gracias de corazón.El placer es mio al pasear por tu portal,con tu poesia y su vena abierta,espontánea y de calidad.con un estilo que llega muy dentro.Pues si hay recuerdos que dejan huellas indelebles,otros no tanto y quizás nos enseñan con dolores a crecer,aceptar errores.y llorar un poco cuando nadie te ve.
Un abrazo fuerte.
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