El niño le dijo a la madre con voz que daba lástima: “Mamá, tengo hambre”. Y la bondadosa mujer fue a su despensa y, como no tenía comida que ofrecer al hijo hambriento, le dio su corazón.
El niño se lo comió vorazmente sin comprender el inmenso sacrificio de su madre.
- Autor: rodulfogonzalez (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 20 de julio de 2014 a las 09:51
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 24
- Usuarios favoritos de este poema: esthelarez
Comentarios2
ay! mi Eladio, querido amigo del alma... qué poema tan desgarrador... desgarrando corazones y sentimientos de lectores.
saludos fraternos con una lluvia de besos
😉
Quise expresar la capacidad de sacrificio de las madres. Buen día y un abrazote desde mi bella Venezuela.
igual para ti
😉
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