Recuerdo aún
cuando perdidos, antes del crepúsculo,
aquella tarde azul que invitaba
a un paisaje de rojo poniente,
te apreté a mi alma ... y el amor
se nos vino de golpe
Gigante, con ojos como estrellas
y labios como pechos con alas
procurando el cielo, ilusionando el día (y la noche)
con fuego horizonte, que pronto se transformaría
en bocas temerosas y sedientas
que poco a poco comenzaron a quererse
Recuerdo aún
la fruta dulce que se llenó de tu alma
de sonrisa alegre y ojos titilantes
y todo se hizo crepúsculo,
noche, lámpara, cama
infinitos sueños porvenir
- Autor: Enrico Sanguinetti ( Offline)
- Publicado: 24 de julio de 2014 a las 01:00
- Categoría: Amor
- Lecturas: 22
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