Anoche te vi, estabas hermosa,
Pero no conservabas la brillantez
Que siempre sueles tener.
Estabas opaca, carente de tu blancura,
mas bien, te vi amarillenta, triste;
no eras la misma de siempre.
¿Qué mal te acongoja?
¿Qué tristeza te amarga?
¿Será por los niños, que día a día,
padecen en el mundo?
¡Oh, maravillosa luna,
Tú que estás más cerca de Dios, que yo,
dile luna, que impida lo que pasa con los niños,
pídele luna que no haya más maldad,
y luna que vuelvan a ti
tu majestuosa luz y belleza
02-02-2.010
- Autor: Silvestre Sendero (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 3 de febrero de 2010 a las 10:13
- Categoría: Triste
- Lecturas: 122
- Usuarios favoritos de este poema: Luhiv Luphin
Comentarios2
Hermosa metáfora, el ser humano que ha perdido la inmaculidad en su alma que le impide saber porque su congoja,porque su tristeza o porque su amargura ¡ay! no ven padecer a los inocentes?
Así es amigo, la codicia y avaricia han menguado la sensibilidad humana. Es el princípi del final. gracias por tu comentari
MUY BUENO...
Saludos
GRACIAS SERGIO
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