"No me debo quejar",
inútilmente, repito.
Trato de pensar
en sueños por venir,
pasados felices y lindos.
Asumo con humildad
la gracia de ser soldado.
La subordinación al poder
que enderezó mis pies
para llevarme a ningún lado.
Las espinas sin sacar
se han hecho mis amigas.
No habría mar sin tormenta,
ni perro sin pulgas,
ni prado sin hormigas.
- Autor: Luis Elissamburu ( Offline)
- Publicado: 25 de julio de 2014 a las 11:51
- Categoría: Espiritual
- Lecturas: 39
- Usuarios favoritos de este poema: CORAZÓN LIMPIO
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.