Preciosa niña, ¿a donde van tus ojos?
¿Que horizonte los lleva prisioneros?
por qué, esa boca no grita
con la fuerza de un ¡te quiero!.
Y que los tiempos, regresen a verte
en remolino potente y sin fin
llevándome anonadado y sin palabras
detenido, sin camino
sin poder seguir el derrotero
de los petreles...
sin retornar a las costas
generosas de tus manos
hundiéndome en la mar
donde las preciosas sirenas
acunarán mi muerte
lejos del amanecer
y de tus ojos.
- Autor: Esteban Couceyro (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 25 de julio de 2014 a las 13:49
- Categoría: Amor
- Lecturas: 107
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.