Muere la luz en mi aposento
Y mis manos están vacías,
Mi cuerpo arde de portento
Pues llegan a mí tus fantasías.
Siento los pesados parpados
Reclamar sus sueños embriagantes,
Y es el propio Morfeo gigante
Prontamente se adueña de mis prados.
El dulce encanto de la noche
Cubre lujuriante los jazmines,
Y se adosan los adoquines
En el fresco perfume que antepones.
En el delta de mi sueño naces
Y la riendilla cae abatida, alucínate;
Surgiendo la figura onírica en su cauce
Que conduce a tus brazos amada amante.
Y en esta sordina musical te digo
A tus oídos mis versos cual Eros,
Que renovando en cáliz de Cupido
Se entrega sin vacilación a ti de nuevo.
Eres ya presencia y esencia en mis sentidos
Y entre cielo, estrellas y luceros,
Me ofreces el candor de tus dos senos
Y se llena de gracia el tuberoso nido.
Estoy ya en la cumbre desvariarte
Sin conciencia, sin timidez, nada ambiguo;
Porque ha llegado el momento culminante
De entregar mi cuerpo a tu divino abismo.
Theo Corona
Jul., 2014
- Autor: Theo Corona (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 26 de julio de 2014 a las 14:01
- Categoría: Amor
- Lecturas: 148
Comentarios2
Muy hermoso su poema querido amigo... Felicitaciones...
Gracias josecadena..., que bueno le haya gustado.. Mis saludos desde Panamá.
sus saludos son bien recibidos querido amigo... igualmente desde mi amada y herida Venezuela...
Me he transportado en el tiempo y al espacio con tan lindo poema. Saludos.
Gracias por pasar po mis letras Flres Zoila..., muy.
grato tu comentario. Un gran saludo
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