Lagrimas caían por sus mejillas,
Cansada por la ardua faena diaria
Se sentó.
El esposo entro, sin más tomo un vaso
De vino y salió.
Mientras ella seguía llorando;
Entro el hijo, vio a su madre y se burló
Diciéndole: ¿Por qué llora por un hombre así?
Ella suave, disimuló una risa de carcajadas,
Mientras negaba con la cabeza.
Sin más entro la abuela, vio a su hija,
Sin preguntas, también lloró.
Entro el esposo ya cansado de esperar,
Y pregunto: ¿Cuánto falta?
La esposa con los ojos rojos de tanto llorar,
Dijo: están casi listas.
Y agregó:
Estoy empezando a hacerte pebre.
- Autor: leumas7 ( Offline)
- Publicado: 30 de julio de 2014 a las 02:16
- Comentario del autor sobre el poema: A la banalidad, de un hogar, que sin querer, todos lo vivimos, aun que no sea nuestra madre, aunque los actores de este poema los identifique, todos hemos vivido estos momentos triviales.
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 19
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