Quise mirarme en el espejo. Y mi mirada prefirió vivir en su reflejo.
Damocles se ríe y se alza sobre las pupilas salpicadas de cementerios de elefantes. Y me recuerda que duele. Cuando el cuerpo se queja e incluso dormido, de ti se acuerda.
Tal vez sea mejor así. La dejadez del destino resume mejor la falta de cordura.
Todo tiene su precio. A cambio, puedo olvidar. Dicen que entonces la vida deja de vaciarse y el sentido ya no cobra peaje por cada pregunta, porque ya no hay preguntas.
La balanza por fin se inclina. Ahora la muerte ya no se sienta a la izquierda del corazón. Los dioses tampoco se esconden. Los veo por la calle y los atravieso. Por la noche son ellos los que hurgan en el fondo de los vasos y en los urinarios llenos de lo que nuestros pensamientos ya no quieren.
Pero nadie abandona Babilonia. ¿No lo recuerdas? Cuando la estupidez cabalgó sobre tu pene ella fue la única que alimentó tu boca.
- Autor: Poeta-Maldito1976 ( Offline)
- Publicado: 1 de agosto de 2014 a las 11:16
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 50
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Comentarios1
Me gustó tu poema sin tabúes, un toque mitológico al referirte a los dioses que atraviesas.
Y llenas de Babilonia como claro lo dices, nunca la abandonaremos, esa parte diría yo llena de concupiscencia.
Saludos desde Perú.
Muchas gracias. A veces viene bien ser sincero aunque sea crudo. Me gusta ser muy visual en lo que escribo ya que mis ideas suelen partir de imágenes y después se entrelazan pero están muy definidas. Lo dicho, me alegro de que coincidamos y un abrazo grande desde Cádiz
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