Mejillas Durazno
Quisiera no llorar mientras escribo,
ser fuerte y darte sonrisas.
Ser Dios y hacer milagros
más soy humano, niño, y te lloro.
Haz olvidado pequeño tus mejilllas durazno,
tu sonrisa no la has abandonado,
pero tus ojos manténlos brillantes amado,
y verás que aquí seguiré a tu lado.
Peleaste con fiereza cual caballero armado,
con tu cabello corto abatiste la tristeza,
y así, sin más preparación que fortaleza
peleaste junto con Dios, eres su niño amado.
Te necesitan ahora los ángeles
y debes acudir a su llamado
y tus mejillas durazno, niño
en mi corazón se han quedado.
Y ahora con tu cuerpo frío
no más nos hemos quedado,
quisiera decirte que la mañana fue helada
pero no importa ya, no hay que tu sepas nada.
Estoy seguro que si vieras questa casa
te enojarías y simplemente dirías que no
que simplemente te ha tocado a ti
ser acariciado por nuestro Dios.
Aún no sé como será aquí sin ti,
pero si te digo así: nunca sin ti
tu estás presente justo aquí
dentro de mi, dentro de todos.
Quisiera no llorar mientras te veo
ser vida y entregarme
ser olvido y sólo alejarme
más soy humano, niño, y te lloro.
- Autor: L. Roberto M. Uriostegui (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 2 de agosto de 2014 a las 15:07
- Comentario del autor sobre el poema: Campeón, hermanito, ya estás mejor.
- Categoría: Familia
- Lecturas: 772
- Usuarios favoritos de este poema: Darkness.cl
Comentarios1
"Humano, niño, y te lloro"
Qué profundamente bello y emotivo...
Me ha encantado...mi abrazo fraterno.
Nancy
Muchas gracias.
Un abrazo.
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