Existe una terrible hora cuyos
Números precisos llevamos
Invisibles en la frente. A esa
Hora sabremos con franqueza,
Por un inmortal instante, que
De poco bastó la vida y que nuestro
Nombre fue, por cierto, en
Nuestros días incorrecto.
Todo cuanto nos rodea es una
Mentira o una duda, menos
Esa crucial hora que nos espera
cuyos números existen y tienen cifra
Y cuyas puertas abriremos algún día.
Por qué, entonces, morir aquí
cada noche, cada madrugada,
cada tiempo a solas.
Por qué pensar en ti con
Ese desvelo que contradice
Y pone en duda la prudencia.
Todo nos encamina hacia ese
Instante hórrido, hacia ese espejo
Que conocerá nuestro verídico
Rostro. Si esa es la única certeza,
Dónde está el valor de las cosas y
De este momento que no se apague,
Si todo se cifra en la condena
De hundirse en una basta tiniebla,
Y mi único consuelo, que eres tú,
Que son tus besos, siguen esa ruta
Terrible y pavorosa, tan lejos de mí.
Entonces quisiera apresurar ese instante,
Esa temible hora desconsolada.
- Autor: Joseph Octavius Moral Lope ( Offline)
- Publicado: 3 de agosto de 2014 a las 14:39
- Categoría: Amor
- Lecturas: 48
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