Hay misterios en nuestras almas que nunca entenderemos, estarán ahí, siempre, tomarán formas caprichosas según la voluntad del escultor llamado Tiempo. Desgastándose lentamente cual rocas golpeadas por intensas olas de un despiadado mar, en algún momento tomarán vida y se transformarán en monstruosos leviatanes dispuestos a devorar nuestros corazones.
Nuestras almas, horrorizadas, huirán a mundos habitados por extraños seres, deleitándose con embriagantes licores olvidarán la pesadumbre de su destierro; en otros mundos, conscientes de su condición vomitarán los tormentos que roen su interior, mientras un ser mundano les gritará cada segundo: ¡recuerda! ¡olvida!
Tal odisea viven las almas aventureras que escapan de aquellos misterios convertidos en leviatanes; hasta que un día, al visitar un afortunado mundo, encontrarán a otras almas errantes ahuyentadas por los mismos monstruos; entonces, en un pacto y en comunión, convertirán a los misterios de nuevo en solitarias rocas.
Las temibles bestias del caos y de la locura caerán en un profundo sueño de mil años; indefensas, volverán a ser víctimas del Tiempo y del Mar: Y nuestras almas esperarán, en un silencio de aparente paz, a los nuevos amos de su ser.
Citlaltocani 11-oct-2013
- Autor: Alfonso Vite (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 3 de agosto de 2014 a las 17:18
- Categoría: Gótico
- Lecturas: 75
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