¡Amigo detén el paso!
¿no sientes las piedras calientes?
¿no sientes el dolor hiriente
de andar el camino sin zapatos?
¿O es que tú acaso
cansado de tanto andar
prefieres más bien caminar
así harapiento y descalzo?
Desde mi nacimiento
en alborada y en ocaso,
he caminado descalzo,
y eso ya no es sufrimiento.
Yo desafío al viento
y a las piedras del sendero,
resistencia hay en mis dedos,
al igual que en mis duras plantas
pues cuando mis pies avanzan
recorren el mundo entero.
Autor: Alejandro J. Díaz Valero
Maracaibo, Venezuela
- Autor: Diaz Valero Alejandro José ( Offline)
- Publicado: 6 de agosto de 2014 a las 12:46
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 26
- Usuarios favoritos de este poema: victolman, cecily olwood, la negra rodriguez
Comentarios4
Cuantas cosas tenemos y ni siquiera tomamos conciencia, pero quejarnos sí sabemos. Mi afectuoso saludo. Bea.
La costumbre de soportar los estragos, da valor en cada instante y superación...
Saludos poeta amigo.
Hay situaciones que te hacen más fuerte y atrás quedan esas pequeñes que considerabamos molestas.
Perofundos versos en la respuesta tiewne lñe caminante
besos.
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