Abro el periódico y me veo en el obituario
Visto ropas negras por mi muerte
Y tú, ingrata, ni dejas flores en mi mortuorio
Te vistes de rosa y te haces la fuerte
Ya acabamos mujer, ya acabamos
Dobla esa sonrisa y llora
Ponte de luto porque alguna vez nos amamos
Cubre tu rostro sin demora
Ayuna en nombre del tiempo
Saca esas cartas, esos poemas y esas flores
Derrama un par de lágrimas sin aliento
Y quita de tus ropas los colores
¿Qué te pasa mujer, que no me hablas?
Llora, lloremos, que estamos heridos
¿Qué te pasa mujer, que no me hablas?
Es tiempo de llorar porque estamos rendidos
- Autor: Josué N. (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 4 de febrero de 2010 a las 19:58
- Comentario del autor sobre el poema: Será que ella no se está muriendo como yo, o es su orgullo el que la hace callar? ...
- Categoría: Triste
- Lecturas: 676
Comentarios4
un poema super duro, bellisimo, me ha tocado, cuantas veces ese maldito orgullo me ha herido!
gracias lindo poema
taty
Muy bueno amigo y bastante duro, la cosa es que estoy casi seguro que no son experiencias personales, así que no sé como consigues meterte en la piel de ese hombre afligido y lleno oscuridad en el alma.
Felicidades, un abrazo.
Muchas gracias por el comentario amigo, y en ocasiones (la mayoría) yo soy ese hombre del poema.... que se aflige hasta el cansancio....
Amigo Josue, tu poema me ha encantado porque retracta una realidad indiscutible: El orgullo hace callar lo que en verdad lo hubo sentir. Una cita de François de la Rochefoucauld: "El orgullo no le gusta deber, y el amor propio no le gusta pagar". El precio a pagar puede ser demasiado alto. Un abrazo, Luis.
Muy buen poema ,te felicito mi querido amigo.................un abrazo enorme..
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