Abandona la sonrisa falsa
de un rostro ciego de amor,
yo guardaré en el interior
aquel antiguo calor
del sol que se apagó
en tu corazón esquivo.
Abandona la mar inquieta
que agita el dolor
cuando llega el atardecer y
se enmudece la noche
por una luna difusa.
No dejes que la bruma
me lleve otra vez a tu destino
que no quiero llegar solo
o perderme en el camino
que deriva a mi desgracia.
Llévate tus besos salados
y no me des tus brazos
que no se anclaron
en mi cuerpo a pesar
de esos abrazos francos.
Tus ojos eran el horizonte
donde cada tarde me perdía
y tu boca el caudal de mi pasión,
todo cambió por un verano
que pasó desapercibido
delante de mi ilusión.
Ya no puedo decir que te quiero
y el odio es muy vano para mí,
abandóname en esta orilla
que guardará todos los recuerdos
y así estarás libre y yo de ti.
Y llévate todo lo que creas
que es tuyo a pesar que no sea así,
pero déjame el resto del olvido
en este puerto donde me despido de ti.
A.T.
- Autor: Alfnónimo (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 8 de agosto de 2014 a las 16:01
- Comentario del autor sobre el poema: Escrito que me hizo zarpar hacia el olvido del que no he regresado. Espero les guste. También pueden visitar este escrito en mi blog: http://la-cueva-del-murcielago.blogspot.com/2013/12/puerto- de-olvido.html
- Categoría: Amor
- Lecturas: 48
Comentarios1
Uff...qué sentido poema...emociona leerte...
Recibe mi abrazo.
Nancy
Es lo que queda del amor. el olvido. Gracias por leerme.
Un abrazo fraternal Nancy!
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