Con soberbia rondo sabrosa pena
sentado al abismo de tu sentencia.
Espero la dulzura de esta condena
fijando el destino de mi existencia.
Debido castigo por ser un obcecado.
De religión solo imagen tuya santa.
La idolatría hacia tu ser deseado
revelaron agonizante mi garganta.
La espada de Damocles con tu miel
apuntaba mi pecho con filo certero.
Orgulloso del sentir en toda mi piel
llama quemándome el cuerpo entero.
No podía compararse vívida pasión
como tu amor afianzado en mi alma.
La melodía femenina de tal punición
judicial me consentía con su palma.
Por unanimidad el dictamen resultó
encontrando culpable mi sentimiento.
El jurado con mi voluntad sentenció
cadena perpetua para lo que siento.
Quise ninguna opción de purgatorio.
Negué pedir perdón por este pecado.
En el olvido amoroso del crematorio
moriré feliz sabiendo que te he amado.
- Autor: Vito_Angeli (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 8 de agosto de 2014 a las 21:44
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 50
- Usuarios favoritos de este poema: nellycastell, Sophia Sea
Comentarios2
Bella expresión de amor se tejen en tus letras amigo.
Es un placer leerte.
Gracias Lincol por tus palabras. Un abrazo
Somos tantos los sentenciados a morir siendo pecadores, que duele aceptar lo que no es pecado y duele vivir sin amores. Te abrazo y te admiro siempre.
Es preferible haber amado y doler, a nunca haber amado. Es mutua la admiración Nelly. Un abrazo
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