En el bosque ha caído
un árbol de la estancia,
en leña será convertido
para encender fogatas.
Campestre faena
que al cuerpo cansa,
es cortar la leña
al filo del hacha.
El sudor se hace presente
en el pobre leñador,
que suda su frente
en su ardua labor.
Leña para el fogón
en el diario vivir;
de la leña el corazón
fuego ha de salir.
Un machete y un hacha
es la fiel compañía
para llevar leña a casa
y hacer la comida.
La manos callosas
llenas de esperanzas
son fieles en la choza
al igual que el hacha.
faena sencilla
tradicional estampa
es cantarle a la vida
con el ritmo del hacha.
Autor: Alejandro J. Díaz Valero
Derechos Reservados
Maracaibo Venezuela
- Autor: Diaz Valero Alejandro José ( Offline)
- Publicado: 10 de agosto de 2014 a las 13:55
- Categoría: Naturaleza
- Lecturas: 238
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa, la negra rodriguez
Comentarios4
Una hermosa demostración poetica de la genialidad natural de la vida diaria del hombre cuando trabaja sus campos y huertos amigo Diaz Valero...
Saludos de afecto y de amistad:
El Hombre de la Rosa...
Jamás he vivido una experiencia semejante, se cual es esa tarea pero tu poema amigo, la ha hecho muy importante con tan bellas rimas. Tan bien la describes que creo ver al leñador con su hacha.
Genial estampa nos regalas. Saludos con mucho afecto. Bea.
muy bien enfocado el tema de la fanes del campo lñindo peoma.
besos.
me encanta lo que ha escrito, veo cada día a esa gente, algo cansada pero orgullosa.
saludos.
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