Marchita sus flores.
Su voz perdida en las
catacumbas del destino.
Desnuda el alma,
sus cielos cayendo;
las olas golpeando
el velero de su vida.
Así te siente a veces.
Pero te ruego que te abandones,
como las arenas de las playas
se entregan a las olas del mar,
como la luna en cada amanecer
besa al sol en un instante.
No te entierres en vida,
no llores por quien no lo merece;
¿o acaso no sabes que yo daría
hasta mi vida por no verte llorar?
Tampoco sabes que la brisa
más leve trae ese aroma tuyo
de sexualidad que hace despertar
ese aleteo de mariposas,
esas sensaciones
que curan hasta la amargura
del recuerdo más cruel.
No, no digas nada ahora.
Deja que te confiese
que haré que tus noches
no se quejen más,
que dibujaré sonrisas
a tus lunas
y que el faro de mis ganas
iluminará siempre
tus años de navegación.
- Autor: Labarta (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 13 de agosto de 2014 a las 00:27
- Categoría: Amor
- Lecturas: 47
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