Mírame fijamente a los ojos
quiero ver tu amor por dentro,
no fuiste mía por los celos exagerados de Dios.
Ahora es tarde no importa,
ni el tiempo, ni tu foto de casamiento,
que injusta fue la perdida de tu convexo vientre,
Y aquel abismo de piel que quedo
de ese niño que no fue,
por tener como primer nombre pecado.
Esposo lejos, Mujer casada
yo joven insolente en cama ajena.
Tú ofreciendo lo que tiene dueño,
Yo entregando lo que no me pertenece,
Porque yo también jure fidelidad en una fría iglesia.
Hay una fórmula para todo,
Menos para volver el tiempo atrás.
Pareciera que equivocarse de a dos fuera más fácil,
Pero sin duda es mucho más riesgoso,
Placer breve y temeroso,
Angustia larga y dolorosa.
Sé que el mundo nos puede explotar en la cara
En cualquier momento.
No importa lo seguiremos haciendo,
Y si el niño regresa, no llevará por nombre pecado,
El llevará por nombre,
mi primer nombre.
Cuando quiero llorar no lloro,
Y a veces lloro sin querer.
Cuánta razón tenía
Rubén Darío.
L.M
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Autor:
soy el que soy (Seudónimo) (
Offline) - Publicado: 15 de agosto de 2014 a las 23:57
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 46
- Usuarios favoritos de este poema: alicia perez hernandez, soki, CARMEN
Offline)
Comentarios2
A veces, casi habitualmente, nos equivocamos (o no) y, aún a sabiendas de ello, buscamos la forma de convivir con ello (o no).
Un abrazo grande LM,
Gracias Pino:
Tanto tiempo que no te veo,
Solo deseo que todo esté bien para ti.
Cariños L.M
A veces el destino juega con el amor dulce poeta , pero el amor siempre vence al destino. Un beso muy grande
gracias Barbie
Te quiero
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