Al hombre,
helo aquí, pensativo,
mirándose, como siempre,
con la tristeza de estar labrando su vida él solo
frente a un rincón con la mente sucia,
caótica,
y su brújula vendida al primer norte que se le ha ofrecido...
que ya es pronto
y oye el cantar de las flautas saliendo de sus nidos de barro,
porque a veces él también quiso volar.
- Autor: Esperpento ( Offline)
- Publicado: 21 de agosto de 2014 a las 05:19
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 40
Comentarios1
Dale al hombre alas ligeras para volar alto y un buen nido de barro para pausar su vuelo.
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