Oí el grito azul de la noche
desgañitarse y enronquecer
dentro de campanas de bronce
que repiten su canto fiel.
Allí vi el grito desfallecer
en una alta ventana
bajo oscilación de campanas
cansadas de tanto tañer.
Ese azulino grito
que oí después del atardecer
ahogado en agónico dolor
mientras meditaba en tinieblas
apresado entre las rejas
de un silencio aterrador,
de pronto ensordecedor
va aturdiendo nuestra mente,
mientras el alma intranquila
en su rebeldía vehemente
va agrandando las pupilas
con su apatía elocuente.
Autor: Alejandro J. Díaz Valero
Derechos Registrados
Maracaibo, Venezuela.
- Autor: Diaz Valero Alejandro José ( Offline)
- Publicado: 22 de agosto de 2014 a las 17:48
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 71
- Usuarios favoritos de este poema: la negra rodriguez
Comentarios2
El miedo nos sorprende cuando nuestra conciencia reprende, sentimos la voz estridente de la culpa presente. Muy bella reflexión estimado Alejandro. Feliz fin de semana. Bea.
diferente estilo Ale pero me gusta el misterio que le imprimes.
besos.
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