Siempre al despertardigo sin cesar una oración,en la que le pido a mi Diosque no me deje caer en tentación.
En la que le digoque me libre del malque es aún más grande que el mary todos los granos de arena que allí llegasen a abundar.
Pero desafortunadamente te conocí a ti,esa mujer por la que mis ilusiones perdí,ese sol que alumbró mis nochesmientras me sentía perdidoentre los más inmensos bosques.
Esa mujer profiláctica que anuda los deseosy lava las inmundicias,que en sus labios tiene un néctarcon el que no deja pensar
Siempre que la tenía a mi ladome sentía el ser más afortunado.
Los días eran interminables sin ellalas noches eran difíciles si no veía su estrella,
pero cuando estaba mi ladoera la mas hermosa tentaciónllevarla a lo mas profundo del corazón
Algunos dirán que es perfectamás cuando estaba dispuesto a darle mi alegríaentregarle el resto de mis díascada una de mis poesías
se fue sin una palabrase fue diciéndome que jamás fue mi amaday arrojándome a un recuerdoque no llega al olvido
Dios mío, hoy te entrego mi tristezaal igual que mi historia,no te puedo dar el corazónpues una ladrona se lo llevó sin condicióny juró no volver bajo ninguna razón
En la que le digoque me libre del malque es aún más grande que el mary todos los granos de arena que allí llegasen a abundar.
Pero desafortunadamente te conocí a ti,esa mujer por la que mis ilusiones perdí,ese sol que alumbró mis nochesmientras me sentía perdidoentre los más inmensos bosques.
Esa mujer profiláctica que anuda los deseosy lava las inmundicias,que en sus labios tiene un néctarcon el que no deja pensar
Siempre que la tenía a mi ladome sentía el ser más afortunado.
Los días eran interminables sin ellalas noches eran difíciles si no veía su estrella,
pero cuando estaba mi ladoera la mas hermosa tentaciónllevarla a lo mas profundo del corazón
Algunos dirán que es perfectamás cuando estaba dispuesto a darle mi alegríaentregarle el resto de mis díascada una de mis poesías
se fue sin una palabrase fue diciéndome que jamás fue mi amaday arrojándome a un recuerdoque no llega al olvido
Dios mío, hoy te entrego mi tristezaal igual que mi historia,no te puedo dar el corazónpues una ladrona se lo llevó sin condicióny juró no volver bajo ninguna razón
- Autor: Armando Sosa Bocanegra ( Offline)
- Publicado: 22 de agosto de 2014 a las 21:29
- Categoría: Triste
- Lecturas: 96
- Usuarios favoritos de este poema: Giovanna Castellanos
Comentarios1
¡Que duro es el amor no correspondido!
Esa ladrona tarde o temprano tendrá que pagar.
También he sido rechazado, mas también he rechazado.
Me dieron pena tus últimos seis versos.
Me recuerdan un poco al Ofertorio de Amado Nervo. Sólo que no fue una mujer quien se robó el corazón, sino la misma Muerte.
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