Entonces te diré cuánto te deseo.
Te deseo cómo el toro desea a la vaca o cómo un perro a una hembra cuando está en celo.
Te quiero hacer mía a la luz de la luna toda la noche mientras nuestros deseos sexuales nos hacen colapsar del cansancio al amanecer, entonces cuando despertemos seguir haciéndote mía después de un buen desayuno, en la cocina si es posible, en la cama o encima del sillón, dónde tú me lo pidas.
Comentarios2
👍
Ándale, que prosa, lleno de activos verbos más allá de la pasión, además de objetivo en relación al mensaje directo y conciso...
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