Aviso que he vuelto después de muchos años ausente.
Fragilidad, cualidad
de un vaso de cristal.
Y vale la pena recordar:
el cuerpo es un vaso,
donde el alma vertida
toma conciencia de la vida.
Pero se rompe fácilmente
porque el vaso es frágil
en el momento menos
esperado, de la forma
menos sospechosa.
Las nubes son frágiles
se deshilvanan al pasar
tranquilas la bóveda azul.
O a pesar de su apariencia
aterradora cuando cargadas
con toda la energía de la
tormenta, precipitándose
a tierra, desaparecen al final.
Frágil es un niño en el vientre.
En su fragilidad, callado si
al cadalso es condenado
por alguna imprudente
que le lleva, sale en silencio,
como un pasajero indeseado.
Frágil, es el viento que toca
suave contra los muros,
si su velocidad es apenas
de unos cuantos Nudos.
Frágil es la tarde que brilla
con escarlatas y amarillos,
y se desgarra lentamente
siguiendo al que se oculta
en su curva decreciente.
Frágil es la grama de
hermosos tonos verdes.
Fragante, de un aroma
que se antoja respirar
profundamente como
para guardarlo todo.
Frágil por liviano el tiempo.
transcurre con su paso
Imperceptible. Irrepetible.
Frágil, como el amor que se
rompe con el menor descuido
o y si de pronto cae en el olvido.
jueves, 21 de agosto de 2014
06:51 p.m.
- Autor: Carlos Cabonaro (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 27 de agosto de 2014 a las 17:48
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 53
- Usuarios favoritos de este poema: mariarl,
Comentarios1
que hermoso y delicado poema
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