Estuve tan ausente de ella
que mi alma se marchito
deseando aspirar su fragancia
cuando le hacia el amor.
Todos estos años pensé en ella,
todos los días, pero el pasado,
!ay! el pasado no se borra,
no importa cuanto te esfuerces;
el dolor, la felicidad, los sueños,
los anhelos, los suspiros...
cobran vida sin que puedas evitarlo.
Así, recordándola, saboree el vino,
volví a tocarla con versos,
ame su sonrisa, la deguste desnuda,
le hice el amor y ella, !ah!, ella
me llevo al cielo, con sus delicias.
Desde hace una eternidad
no he podido perdonarme
el haberle dicho aquellas palabras,
aquellas palabras mágicas: Quédate...
Y es que a veces las palabras
te salvan la vida o te la arruinan.
Todos estos años
tan ausente de ella
que mi alma nunca encontró
el camino correcto...
Ella nunca más volvió,
ni nunca mas volví a verla...
aunque si la vi una vez,
una mañana...estaba feliz...
Me dolió pero me ayudo
para vivir sin voltear al pasado,
aunque hay veces, hay veces...
que me siento en un café
y vuelvo a saborear nuestra historia.
- Autor: Labarta (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 28 de agosto de 2014 a las 01:26
- Categoría: Amor
- Lecturas: 77
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa, ADOLFO CESAR MARCELLO
Comentarios1
Genial y gratificante tu bello poema de amor amigo Labarta
Un abrazo de amistad y afecto
El Hombre de la Rosa
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