Mía enamorada callada estáis,
en el mas silencio me guardáis,
no mas por ti yo estoy sin vivir,
siendo en tu mirada el desdén de mi amor,
aun así siento cobijo al estar contigo
y a tu lado me siento siempre amado,
ciego quizás de amor desesperado,
esperando estoy, en respuesta de tu amor,
la conversión de tu callado silencio…
Vivo enamorado de un lejano momento,
aun no distante, guardo el semblante
de aquella mirada, aun siendo arrogante,
pero me miraste, sentí mi pecho saltar
en lo más profundo de mi adentro,
me hago cobijo de tu amor, te siento,
te amo, te llevo dentro de mi corazón
te mezo en el altar de mi morada
del cual crece lleno de tu mirada…
Del recuerdo de tu luz brillar me alimento,
de un instante, llenaste mi adentro vacio,
de tu luz radiante, iluminaste en mi alma
que callada estaba, no conocía a la amada,
no sabía el vacio en el que estaba guardada,
despertaste un instinto de desespero sin verlo,
por algo que deseaba y sentía desesperado,
sosiego sin conocerlo, y ahora siente calor,
del recuerdo que flameaste en mi corazón…
Con esa simple mirada que en mi adentro
llevo gravado, de aquel momento de encuentro,
que recuerdo en cada instante de mi vida,
siendo tu el camino que me aparta del abismo,
iluminando mi pasar por senderos que siento amados,
que me acercan a tu estar del recuerdo de tu mirar,
no guardo despecho de tu desprecio si no el recuerdo,
de un sentimiento gravado que mana de mi más adentro,
de un amor creado, imaginado, tal vez soñado, a mi lado…
Esperando el mismo instante de aquel recuerdo creado,
de aquel momento vivido, de aquella deseada mirada,
que lleno mi alma, aun del dicho desdén de la amada,
espero, ese no en vano, que llegara el momento deseado…
Ya pues clamor amado, lega mi morada, volvió tu mirada,
vi en ella tu estar, ya no desgarra, siento el palpitar al mirar,
te acercas, mi corazón resalta, se cruzan alabanzas calladas,
recuerdos soñados, creados en el silencio para este momento…
Ya no me desgarras, me amas me siento flotar en silencio,
a tu lado camino descalzo, floto sobre rastrojos pinchosos,
te acojo en mi mano y volamos, ya soñamos juntos conjugados,
ya de ti no me suelto, eres mi sueño amado, creado, realizado…
Autor: Luis P. Limiñana
Todos los derechos reservados.
- Autor: Luis Pascual Limiñana (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 28 de agosto de 2014 a las 09:47
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 59
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa, mariarl, Lucia Pastor
Comentarios2
Una maravilla tu gran poema de amor y deseo amigo Luis
Un abrazo de amistad y afecto
El Hombre de la Rosa
Muchas gracias...amigo, un abrazo.
que bello poema de amor mi niño es una rosa al corazón tierno
Muchas gracias Mariarl...
un beso amigo
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