Bajo el duro afiche que da sentido a esta hora
contemplo el rostro de los bailadores.
Manos distintas se mueven en el aire.
Se mueve una voz, muchachas pegadas al sudor
y las guitarras que una estrella acerca por su luz.
Fascinados en esa alucinación giramos libremente,
sin miedo y sin otra voluntad que estar vivos,
así giramos, todos bellos en el crepúsculo de la ciudad.
Pasa el amor y lleva el ritmo en los labios.
Pasa el amigo con un toque de rock sobre botellas.
Pasa el mar, azul y gris clarísimo.
Blancas monedas que la libertad desnuda.
Contemplo el rostro de los bailadores
y el efímero resplandor de las cosas más puras.
¡Qué difícil para mi ojo humano
mirar de frente esa única luz!
Pero siguen dentro refulgiendo sus destellos.
- Autor: Edel Morales ( Offline)
- Publicado: 28 de agosto de 2014 a las 12:50
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 24
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa
Comentarios1
Cuando la pluma vierte su tinta con presteza y hermosura en un verso ese poema se llama primavera estimado señor y poeta amigo si usted bien lo quiere señor Edel Morales... aunque sea por afinidad con nuestras preferencias literarias y por la poesía...
Un placer haberlo leido..
Un abrazo de amistad y afecto
El Hombre de la Rosa
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