Que sol tan radiante, que sale hoy
y sus rayos llegan a mi alcoba y me
despertaron alegre, asi quiere ver que
llegue la que dice que es mi amada, y
yo como un tonto la espero en la mañaña
o en la tarde, y estoy pensado en renunciar
a ella, aunque la ame, mejor me iré cuando
me llegue el ocaso frente al mar a inspirarme
y escribir lo hermoso del paisaje de mi tierra.
A ese velero que sarpa o llega y esa gaviota
posada en ese mástil y no esperarla y tener mi
vida en plena calma, pero sin ella.
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.