Sobredimensionamos el tamaño y el alcance de nuestros problemas
Para encontrarlos luego en medio del trabajo,
Con el millar de diminutas soluciones invitándonos a
Pasar a las niñas de los ojos de cada semejante próximo.
Deberemos cerrar siempre las vulnerables celosías
De nuestra internidad,
Para no resultar desgajados del beso que nos imprime
Sin roces a la boca de la vida más nunca,
Para poder acariciar las resbaladizas alas de la melodía
Donde el palpo duerme el recapacitado vuelo de cielo;
Para otear hacia otro lado del crepúsculo Sin alcanzar a lastimar el lomo desprendido de la sombra.
Hemos de despertar en mitad del pestañeo
Para desfigurar e un asalto sorpresivo
El rasgo vivido de la vida;
Para mirar abajo el brazo encorvado
Que agita la galaxia
El sutil resplandor que de su hinchado corazón salta
- Autor: Isaac Amenemope ( Offline)
- Publicado: 3 de septiembre de 2014 a las 00:53
- Categoría: Fantástico
- Lecturas: 58
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa
Comentarios1
Hermosa fantasia escribes en tu grato poema amigo Isaac
Gratificante su lectura
Saludos de amistad y afecto
El Hombre de la Rosa
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.