Hoy me persigue el recuerdo
De tu divina sonrisa
Sin que logre de mi mente
borrarte, cruel pitonisa.
Eres bella entre las bellas;
Adorable como pocas;
Brillas cual fulgente estrella:
Toda el alma me trastocas.
¡Qué no diera por besar
Esa tu esfígie de roca!
Mil requiebros de mi boca
Te quisiera dedicar.
Si no fueras altanera
En tu blonda cabellera
Feliz me deslizaría.
Y tu orgullo rodaría
Entre armónicos murmullos.
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