Ha pasado un hombre que ignora
la lluvia,
el jadeo incesante del agua
entre las grietas.
En el imperio del retiro,
donde sobreviven los ausentes,
el rumor de la lluvia es un fantasma;
un fuego fatuo de la otredad que padecemos.
Sólo los niños reconocen que afuera llueve,
que hay un mundo que estalla entre
las nubes,
cuando pasa el relámpago rasgando
las cortinas de la tarde.
Ha pasado un hombre con los ojos cerrados,
las manos extendidas hacia las sombras
del abismo,
ignorando que un perro solitario
hace añicos los breves espejos de la tierra.
Sólo los niños saben
que el tren de la lluvia atraviesa ciudad,
y otra vez el relámpago y el trueno
cruzan por nuestros rostros insensibles;
mientras afuera
toda el agua del mundo
danza sobre las calles.
- Autor: Atin58 ( Offline)
- Publicado: 4 de septiembre de 2014 a las 05:19
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 64
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa, Fakasawa_similipiú
Comentarios2
Una grata mezcolanza filosofina de la lluvia amigo Atin58
Gratificante la lectura de tus letras...
Un abrazo de amistad de Críspulo
Gracias, amigo Críspulo.
Agustín
Conmovedor escrito...Realmente exquisito de leer.
Saludos . Ferbipe.
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