Es tan chica la felicidad, cuando llega sin haber sido invitada, y mucho antes que invadir el interior donde se afina el vacio, se deslíe en un concierto de prolongadísimas “Diurnas”, se descompone mansamente hasta convertirse en nimio plazo para la hermosa risa..
No puedo aguardar la luz del alineado gesto, allá en la cruda confluencia de tus actos, Amor, se te escapa mi silenciado nombre a comunes giros y a improvisados verbos, mientras quienes hoy no saben reconocer en el hombre el espíritu fecundante del invierno, miran de cerca sin alcanzar a mover el corazón que necesitas para estar en calma.
- Autor: Isaac Amenemope ( Offline)
- Publicado: 6 de septiembre de 2014 a las 00:17
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 39
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa
Comentarios2
La felicidad amigo Isaac hay que encontrarla en lo más profundo del sentimiento humano...
Ha sido un placer leerte
Un saludo de amistad
El Hombre de la Rosa
hermoso es perderse y encontrar el alma en tus letras.
Te amo "Guardián de los sueños"
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