Cae la noche y los ojitos se comienzan a cerrar
Por el cansancio del día, después de tanto jugar.
La camita está a la espera, a que puedan descansar,
Sobre la sábana limpia, con suave olor de azahar.
La almohada muy suavecita, para poder colocar
La cabecita pequeña, que no para de soñar.
Con mariposas, palomas, y con las olas del mar,
Con una barca pequeña para poder navegar.
Llegar hasta el horizonte y desde allí observar,
Cómo llegan a la orilla las barcas de otro lugar.
Así el sueño va llegando y dormida va a quedar
Esa dulce criatura, que ¡tan tierna sabe amar!
Vero
06.09.14
- Autor: Vero (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 11 de septiembre de 2014 a las 10:46
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 56
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa, Benedetti
Comentarios2
Los sueños aunque sean de amor sueños son amiga Vero...
Muy gratificante la lectura de tus letras---
Un fuerte abrazo de amistad de Críspulo...
Amigo Críspulo, como dicen: Soñar no cuesta nada!
Gracias por su agradable visita a mi espacio poético.
Saludos afectuosos
Vereluna
Y así poder el sueño consumar... Genial amiga, saludos.
TIENES RAZÓN AMIGA, LA PURA NECESIDAD DE AMAR NOS HACE DECIR COSAS QUE NI SIQUIERA SABEMOS QUE ESTABAN ALLÍ.
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