Quisiera escribirte hoy, sobre las maravillas de la vida
como ese amanecer lento del verano
donde las estrellas desaparecen
entre murmullos de pájaros.
O la fuerza brutal, del temporal
ignorante del péndulo
que va y viene, del viejo reloj...
ya han dado las diez.
Te conté alguna vez, cuando niño
con qué ansias remontaba barriletes
dueño del viento
y del cielo, atado al piolín.
Hoy, han pasado los años
y el péndulo aún sigue su camino
pero yo cansado de ir y venir
quiero detener ese tiempo.
Ya han dado, justo las diez
y las campanadas
redoblan la angustiosa
lluvia sobre la ventana.
Aparto esa imagen
acordándome de vos
y las maravillas de la vida
que hoy te contaré.
Como aquel día
en que nos encontramos
el brillo de tus ojos
y mi corazón huyendo en torbellino.
Que maravilla, puedo contar
si no la puedo escribir
con estas letras, tan formales
ni la música puede alcanzar.
Deberé inventar, algo
algo que eche a volar
un grito feroz
un ademán, sin igual.
Una maravilla, que asombre
tus ojos brillantes de amor
y no tengas mas que soltar
mi nombre apretado, en los labios.
- Autor: Esteban Couceyro (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 11 de septiembre de 2014 a las 17:24
- Categoría: Amor
- Lecturas: 42
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