Una mujer y un hombre
hospedados en la noche,
con sus lados más bellos compartidos
cruzan el puente del cemento enarcado
oyen subir el camino del río.
sus cabezas reflejan antiguas lunas
de una adolescencia roja eruptiva
cuando juntos crearon
el vidrio traslucido de dos caras.
Irguieron las piernas del sol en dos columnas
donde habían reposado sus espaldas.
Se besaron bajo el telón oscuro,
del cielo hasta anudarse los labios.
Una mujer y un hombre con historia
se afirmaron al piso del puente
en su propio espacio de vida.
Se limaron las escamas con las manos.
Siguieron libres bajo la sombra
hasta que la tierra creara su gótica estatua
explotaron como un resorte de tirante
elevándose con el corazón salvaje.
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2- INVASIÓN DE BRÍOS
Nos invadían nuevos bríos
que favorecen el viaje
ecuestre en el protagonismo
del deslumbrar.
Sentimos la estocada en un reflejo
gozoso del agua,
que el mundo nos prestaba
clarines crepusculares,
juegos de espadas blancas,
interminables ocasos
en el bendito trofeo de la carne/
La hostia consagrada del alma
En el andén del acierto.
El sol iniciaba en las pestañas
de nuestro horizonte que instaba
la cura enroscada de la sangre.
En mitad de la partida
nos emborrachamos de hambre,
de cristales encendidos,
como lianas ensambladas.
La embarcación del sueño grande
forcejeaba en el nidos de metales.
La intimidad se mostraba desnuda
al ojo que no le incumbe
la asfixia de los canales ni
la desnudez de ese nudo de alambre.
Ahí éramos la palpitación al aire
del corazón en un pecho abierto
Dejamos hastiada la sonrisa cruda
del infortunio al latido de la piel.
La charca era marea sin gestos
cuando abruptamente enmudecieron
nuestros ademanes de puro templo/
En un baldío satisfecho
se grabó el hueco en el pastizal
como las patas del corcel llamado tálamo
dejamos un hueco sugiriendo el cenizo,
restos de flamas rotas en su nido
donde la calma era la pausa
de nuevos bríos y el cenit
una corola de rojo inmolado
en sus pétalos cobrizos.
En la sentencia del sopor
habíamos derrochados establecidos
colores en la insolencia del silencio amordazado/
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- Autor: RICARDO ALVAREZ ( Offline)
- Publicado: 11 de septiembre de 2014 a las 21:39
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 91
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