A los de La moneda
Sé que adentro hay jardines, guardias, torres,
que se cuecen habas, que se oyen guitarras,
que poco saben de nuestros dolores,
que bien poco sabemos de quién manda,
sé que un fantasma se llamó septiembre,
sé que otro, muerto, por las calles marcha,
que todos los que quedan van pidiendo
sin odio la justicia que hace falta,
que el palacio que aún arde tiene miedo,
que el palacio que aún sigue no nos para
y en tono de herederos de este reino
no habrá perdón ni olvido en esta patria,
no habrá razón que nos explique la injusticia,
que no habrá dignidad hasta que el hombre salga,
se asome en el balcón, traiga el recuerdo
de todo lo sufrido en nuestra historia larga
y abrace a los que vienen, al que sufre
y al que nunca dejó de dar la cara,
sé que quieren borrar lo que les cuento,
pero hay señales de luz en toda plaza,
consignas, gritos, flores y laureles
y un solo corazón en la mirada,
no lo mató el soldado traicionero,
no lo mató el que miente y luego escapa
y ocupa hoy los sillones dignatarios
y sigue destrozando a quien no acata,
al hombre y la mujer, al bienvenido
que crece en la pasión de su esperanza,
allá en palacio ignoran tanta vida,
tanto sueño, tanta fe, tanto que canta,
el paso de los pobres sobre el tiempo,
la fuerza del que es joven y ya se alza,
la risa de mil niños en el viento,
el ruido de los ríos de la rabia,
habrá un dolor que curará el que es justo,
habrá un amor que sembrará las playas,
los montes, nuestros campos, el desierto
y el mismo comedor de cada casa,
allá verán, adentro, si comprenden,
allá verán, adentro, si trabajan
por todo lo que es digno y es futuro
o por todo lo que es sombra y es comparsa,
adentro del palacio sé que hay gente,
sabemos que se vive y que se engaña,
que está todo el poder de hacernos libres
y al lado todo el mal que aún no acaba,
a ustedes les repito que esperamos,
que afuera seguiremos con la fragua,
con la conspiración de nuestros sueños
de vernos ya felices en la hazaña,
de entrar y de salir, ya todos juntos,
de aquel palacio amado y hoy en llamas,
de hacerlo contener todo este suelo,
todos los frutos y todas las ganas,
de hacer en fin que el hombre viejo y nuevo
abra la puerta y abra la ventana,
entonces nos veremos junto al fuego,
entonces el amor será la brasa
y La moneda un Chile que queremos
y el Chile la verdad que al fin no calla,
a ustedes, allá adentro, les advierto,
ya estamos por entrar, que es de mañana.
http://fuerteyfeliz.bligoo.cl/
12 09 14
- Autor: Óscar Pérez (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 12 de septiembre de 2014 a las 16:34
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 75
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa
Comentarios2
Una profunda poesía de sentimiento personal...
Muy grata la lectura de tus bellas letras...
Un abrazo de amistad y afecto de:
Críspulo Cortés Cortés
El Hombre de la Rosa
Saludos afectuosos y cordiales, amigo mío, un abrazo desde Chile.-
GENIAL!
Gracias, un abrazo.-
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